miércoles, 5 de junio de 2013

Unas pinceladas para conocer la imagen de San Juan Bautista

San Juan Bautista. Pozohondo
Foto: Juan José García Sánchez
Desde finales del siglo XVII, ya tendremos noticias de la existencia de una pequeña ermita dedicada al Señor San Juan Bautista, en torno a la cual se asentaría como ya se indicó en otros escritos, un pequeño número de labriegos. Desde este momento, los habitantes de esta zona y especialmente de este pequeño núcleo de población, venerarían la figura del Bautista con especial cariño, como ya sucedía en otros lugares cercanos, por ejemplo, en la actual capital de provincia; Albacete. 
Suponemos que como  es habitual, la imagen del titular de la iglesia, ocuparía un lugar privilegiado de retablo mayor. Allí debió permanecer la antigua imagen que existiría del protector de esta villa, hasta la década de los treinta del pasado siglo XX, cuando las vicisitudes históricas hicieron desaparecer la primitiva escultura del patrón.
No tardaría Pozohondo en recuperar su San Juan, en los primeros años de la década de los cuarenta. Adquiriendo una fantástica imagen de madera tallada y exquisitamente policromada, de la que actualmente desconocemos su autor. 
La nueva imagen, representa al Profeta vestido con una piel de oveja o de cabra, más característica de las representaciones artísticas del Santo en occidente, al contrario de lo que sucederá en  oriente, donde se le representa con una saya de piel de camello. Sea cual sea la naturaleza de la piel que lo cubre, esta, deja descubiertas sus piernas y parte de su torso y hombro. Sobre este un manto de color rojo (aludiendo a su martirio), con reverso verde, y decorado con finas decoraciones doradas con motivos vegetales.  En su mano derecha una cruz de madera dorada, con una filacteria con la inscripción; " Ecce Agnus Dei". En mano derecha un Libro Sagrado. A sus pies el Cordero de Dios, representando a Cristo, sobre el Libro de los Siete Sellos. 
El Santo presenta un cuidado estudio anatómico, que nos deja apreciar especialmente unas extremidades delgadas, y músculos marcados. Sobre sus  hombros cae una cabellera lisa y castaña, que se enmarca en una aureola dorada ricamente decorada, muy del gusto levantino. La imagen del Profeta se completa con una peana de influencias barrocas.
San Juan Bautista recibe en la actualidad culto en el lado izquierdo del  retablo mayor. Retablo de factura  ecléctica, que se caracteriza por la geometrización de elementos tales como frisos, cornisas, capiteles, etc.
Sin duda una fantástica imagen que forma parte del rico patrimonio imaginero con el que cuenta esta iglesia, en la que se conjugan perfectamente arte y devoción, y que debe considerarse como una de las joyas artísticas más preciadas por los pozonderos y pozonderos.

Francisco Javier Donate Córcoles
Licenciado en Historia del Arte y Humanidades.


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